Análisis de ADATA Legend 750 de 1 TB – NVMe Gen. 3 ágil con una caché SLC decentemente grande


Instalación, evaluación comparativa y rendimiento en la vida real.


Instalar el NVMe en un portátil es muy fácil. Tienes que quitar la pegatina protectora del disipador de calor que cubre la almohadilla térmica. A continuación, puedes colocar la fina pieza metálica sobre la SSD. Después de eso, lo único que tienes que hacer es conectar la unidad en una ranura PCIe M.2 libre y fijarla insertando un tornillo en el soporte suministrado en la placa base. Para esta revisión, estamos utilizando el Acer Predator Triton 300 (PT315-51) como una máquina de prueba. Esta tiene dos ranuras M.2 Gen 3 y, como era de esperar, una de ellas está ocupada por el ADATA Legend 750 de 1 TB.

ComparativaLecturaEscritura
Marca Crystal Disk3413 MB/s2977 MB/s
ATTO Disk Benchmark3200 MB/s2800 MB/s
ATTO Disk Benchmark IOPS82,75K IO/s93,25K IO/s
Prueba de rendimiento AS SSD2951 MB/s2359 MS/s
Puntuación de la prueba de AS SSD16521657
Búsqueda aleatoria HD Tune 8 MB2580 MB/s391 MB/s
HD Tune Lectura/Escritura secuencial2242478 KB/s1883275 KB/s

La siguiente tabla contiene los datos más importantes recogidos de los resultados del benchmark. Las puntuaciones están por encima de la media para un Gen. 3 NVMe que es definitivamente bueno. Aquí hay algunas pantallas de las pruebas:


Lectura y escritura ISO

Como siempre, utilizaremos nuestro archivo ISO de 31 GB para simular algunas operaciones diarias de copiar y pegar. La primera captura muestra la velocidad de lectura, mientras que la segunda indica la velocidad de escritura: 1,61 GB/s es suficiente.

Nos sorprendió gratamente la temperatura de la unidad durante la carga. Después de todos los benchmarks que realizamos, la temperatura máxima alcanzada fue de sólo 40°C, lo que es fantástico, y la ralentización no es un problema aquí. Por ejemplo, el más lento ADATA Legend 710 estaba alcanzando 57°C mientras lo golpeábamos con alguna carga seria. En resumen, el disipador de calor proporcionado es todo lo que necesitas y no tienes que gastar dinero adicional para comprar un disipador de calor de terceros.

Llenamos toda la unidad con la ayuda del benchmark incorporado de HD Tune. Observamos unos 1250 MB/s durante los primeros 50 GB, tras lo cual la velocidad de escritura se estabilizó en torno a los 1000 MB/s hasta alcanzar la marca de los 300 GB. Después de ~350 GB, el búfer SLC se satura y la unidad puede confiar en su flash TLC nativo. Aun así, incluso en este escenario, las velocidades oscilan entre 375 MB/s y ~700 MB/s (en la mayoría de los casos), lo que está bien para una SSD sin DRAM.

Echa un vistazo también a algunas pruebas adicionales:


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